DOS RAZONES SON

Muchas son las razones por las que por ti pienso,
razones por las que te siento y te miento
bajo sospecha de nunca ser descubierto.

Tan urdido es el escondite tras el paso del tiempo,
brevedad en tus manos rotas donde aún me detengo,
ciego, bajo secuestro de impedimento.

Dos razones por las que por ti no me arrepiento,
por las que el menor de los motivos sea el mayor aliento
y subsistir en este, mi constante pensamiento.

Tus manos, la terrible dulce espera por lo que no tengo,
diez motivos atados al que fuera aquel tu comienzo,
dos razones más por las que deseo seguirte queriendo.

GOZAR LA VIDA

Oye el canto del pájaro, escucha el viento entre los árboles, contempla una puesta de sol, siente el estruendo del océano, mira la figura de un árbol, nota la hoja que cae, percibe aquella flor como si fuese la primera vez. Ama los ojos que te miran...

Puede que, de pronto, entres en contacto con esa otra Realidad, con ese Paraíso del que nos ha arrojado nuestro conocimiento del saber, por haber caído en él desde la infancia en que dejamos de Ser, para ir a la Escuela del no Saber.

"Trata de probar a qué sabe la ausencia de saber", sin pensar en nada "trata de sentir el latir de tu corazón".

En ausencia de pensamientos, trata de contemplar tu imagen desde fuera de ti mismo. Y en poco tiempo, de pronto, Dios se encontrará en su hogar.

¿La divinidad oculta las cosas poniéndolas ante nuestros ojos?

Un leñador se agotaba, invertía su tiempo y sus energías en cortar madera con un hacha roma, embotada, porque no tenía tiempo, según él, para deternerse a afilar la hoja.

Moraleja: ¿Cuándo encontrarás tiempo para gozar de las pequeñas cosas que te ofrece La Vida, cuando ya no puedas gozarlas?